Retos del Kamy
2 retos del Kamy superados en domingo… Torrecilla y bajar de los 80 kilos, como suelo decir últimamente estoy en un “proceso” y no es precisamente el de Kafka.
Hoy me apunté a una ruta para subir al Torrecilla, un pico que siempre me llamó la atención de la Sierra de las Nieves y que por una cosa u otra nunca he podido subir, Manu suele organizar rutas de senderismo, entre otras cosas, para colegas, vamos para la gente que se apunte por el Facebook, que si no eres colega, al final te conviertes.
Subida al Torrecilla
Llevo tiempo, como ya he comentado pensando en subir, pero sabía que no estaba en forma del todo, así que lo iba aplazando, se iba a hacer hace unas semanas, pero daba lluvia y se trasladó a este finde. Perfecto para mi, ya no tenía excusa, eso si, lo que no se es si tenía cuerpo, energías y fuerzas para subir.
Antecedentes
Mi hermano se me presenta el viernes y me dice que si el sábado me voy con él a coger setas, y me mete dos “pechos” (no son de mujer) sino de montañas, de esos así con una inclinación del 40% y campo a través, ya me estaba acojonando para el domingo, yo no lo veía como un entrenamiento, más bien como un, ahora si que no llegas.
Pero como suelen decir “como no sabían que era imposible lo consiguieron” y como yo no tenía ni idea de lo que es subir al Torrecilla, pues ahí me presento yo esta mañana a las 9 para salir. Al final solo 3 personas, Pepi, Manu y yo, perfecto un grupo reducido.
Ahora en la distancia pienso que si hubiese ido más gente, hubiese sufrido menos
Acabo de llegar y este es mi relato.
Primero de los retos del Kamy, subida al Torrecilla por primera vez
Nada más aparcar empieza eso a subir, y subir, y subir, yo no decía ná, que soy un acoplao, y esta gente tiene un ritmo que no veas, sobre todo el Manu que siempre va en cabeza, Pepi detrás mio para que no me pierda
Cuando ya había pasado por lo menos 1 hora o algo así, pepi dice: “Manú, entre col y col una lechuga”
Traducción: Killo para de vez en cuando para que podamos disfrutar del paisaje y hacer alguna fotillo.
Mi pensamiento: Graciassssssssss, un respiro!!! ¿Qué foto, ni foto?
Pues eso, ya paramos por un momento, más adelante nos paramos a fotografiar un Quejigo (que cachondo el que le puso este nombre a los árboles)…
Y Pepi abrazó un Quejigo para que le diese energía, y yo también lo abracé para que me diese a mi también, que la iba a necesitar.
Pepi dice – La energía me la he quedao toda.
Pero yo creo que algo pillé.
Seguimos, eso era a media ruta, que no era media ruta, realmente era 1/4, la mitá de la mitá.
A todo esto, Manu cada vez que veia alguien delante, aceleraba el paso para adelantarlo, pero es que le daba igual que vienese de vuelta, el aceleraba, la lengua ya me llegaba por la cintura… pero yo ahí, manteniendo el tipo.
Y de vez en cuando bromeabamos con “entre col y col una lechuga”, pero Manu no lo pillaba…
Luego llegamos a un sitio de no se qué virgen y descansamos, pero vamos 2 minutos. Para comerse ellos un plátano y yo una mandarina. Y pa’lante.
Quedaba lo mejor, si, ¡la subida más pronunciada que he visto nunca! Eso lo hacen para que no subas!!!
Me tuve que parar 3 o 4 veces en el camino, mi cuerpo ya no daba más de sí, de hecho empezaba a pensar que no lo lograría.
En un par de ocasiones mi pierna derecha, a la altura del tobillo se giraba sola para dentro, como hacía la Lina Morgan, estaba para echarme una foto, hasta que llegó el calambrazo, empezó en el tobillo y me subió hasta la cintura.
Para algo me sirvió que antes viese fútbol, siempre que le pasaba eso a un jugador, lo cogía otro y le estiraba la pierna y le doblaba el pie pa’dentro, tampoco se muy bien por qué.
Esta gente ya estaban casi arriba, así que me lo hice yo solo, 30 segundos de descanso y a seguir, me crucé con una pareja que me dijo “ya queda poco” yo de esa frase siempre dudo…
Pero era verdad, llegamos al pico del Torrecilla. Y la foto no es un fotomontaje…
¡Primero de los retos del Kamy superado!
La bajada estuvo bastante mejor, nada de calambres, me abracé a otro Quejigo, esta vez solo yo, y es el que me ayudó y dió energías para llegar a bajo del todo. Luego no había sitio para comer, en el campo… siempre aire o era muy temprano. Así que comimos a las 2:30 ya casi abajo.
30 minutos más hasta el coche 15 kilómetros después. O algo así…
Ya les comenté yo a Manu y a Pepi que yo soy la lechuga y ellos las dos coles (porque siempre iba en medio).
Pero que mañana ellos estarán frescos como una lechuga y yo reventao como una col de bruselas.
Segundo de los retos del Kamy
Para mi se estaba convirtiendo ya en algo casi imposible bajar de los 80 kilos. Os pongo en antecedentes, en septiembre de 2016 pesaba 96 kilos.
El 30 de septiembre de 2016 colgué esta foto en Facebook cuando conseguí bajar por fin de los 90 kilos.
Hoy después de la aventura del Torrecilla puedo colgar muy orgulloso esta otra:
¡Segundo de los retos del Kamy superado!
Y aquí estoy celebrándolo con unos donuts Pantera Rosa, una bebida isotónica de litro y unos mentos…
¡¡¡Sed felices!!!